Reimaginando la banca moderna para el crecimiento del negocio
Se trata de sistemas diseñados para ser altamente seguros, escalables y confiables, permitiendo a bancos y entidades financieras ofrecer servicios eficientes, competitivos, cuidando regulaciones y enfocados en la mejor experiencia de uso, algo que genera desarrollo de negocio, retención y satisfacción de clientes.
La pandemia aceleró la adopción de nuevas tecnologías digitales por parte de bancos e instituciones, para asegurar atención ininterrumpida a sus clientes durante la coyuntura. Sin embargo, la situación económica mundial ha incrementado la presión, principalmente en los ingresos y la rentabilidad, haciendo evidente la necesidad de buscar maneras de crecer el negocio y hacerlo rentable.
Adicionalmente, el sector ha entendido en poco tiempo que simplemente habilitar canales digitales no garantiza el crecimiento del negocio, ya que típicamente esto implica ofrecer los mismos servicios, pero por un canal digital. Esto ayudó en la retención del cliente, pero para asegurar el crecimiento debe haber servicios innovadores, lo cual requiere un procesador a la altura de las demandas, que permita innovar con modelos de producto. Lograr esto puede presentar desafíos significativos cuando se trabaja con un core legado. Existen dos caminos hacia la modernización:
1. Refactorización de core legado: esta estrategia viene con complejidades asociadas con el desarrollo de software. Además, esto requiere un rediseño de componentes correcto y definiciones precisas en el perímetro de alcance funcional de cada uno.
2. Adoptar un nuevo procesador de productos financieros: en esta estrategia no tendríamos las mismas complejidades de la refactorización, dado que estos procesadores de productos financieros ya vienen con una arquitectura robusta, hiper parametrizable y comprobada por una mayor cantidad de bancos alrededor del mundo. Eso sí, asegurando que la plataforma sea implementada de la forma adecuada.
El camino hacia la modernización
La tecnología se volvió el principal habilitador para superar estos retos y asegurar el crecimiento. La obsolescencia tecnológica progresiva se está sumando a este desafío, haciendo cada vez más difícil para los bancos mantener la operación sin fricciones mientras abordan renovaciones tecnológicas.
Además, la competencia entre entidades financieras y bancos está siendo reforzada por la llegada de las fintechs, y nuevos entrantes como comercios que desean vender productos financieros, lo cual intensifica aún más la carrera por la adquisición y retención de los clientes. Estos ecosistemas, vienen con una innovación fuerte en los modelamientos de productos financieros, generando cambios recurrentes en los sistemas impulsados por esa innovación
Sin embargo, esto presenta una oportunidad que bancos y entidades financieras pueden aprovechar para re imaginar la construcción de la banca moderna y la renovación tecnológica. Este ejercicio no es trivial; implica una revisión exhaustiva de cada funcionalidad embebida en los sistemas legados y portarla al nuevo sistema. Para esto, es supremamente importante que la nueva arquitectura funcional esté diseñada teniendo en cuenta el ciclo de vida del producto financiero y sus procesos end-to-end correspondientes, con el objetivo de tener un conjunto de componentes integrados ligeramente con otros.
Esto resuelve tres cosas:
1. Future Proofing: asegura una transformación tecnológica a la altura de las demandas del mercado, que permitirá integrarse con el resto del ecosistema.
2. La gestión tecnológica se vuelve mucho más simple dado que el alcance perimétrico está muy bien definido entre componentes.
3. Una arquitectura limpia y mantenible.
No existe una receta perfecta para la modernización, pero sí existen ingredientes fundamentales para desbloquear valor exponencial:
1. Sistema con cobertura funcional mayor para administrar productos financieros.
2. Sistema escalable horizontal y verticalmente.
3. Un SI (System Integrator) que domine la habilitación de estos sistemas, ya que una habilitación incorrecta o ineficiente puede generar múltiples complicaciones, comprometiendo objetivos claves de la transformación.
4. Personas y Cultura: esto es muy importante no dejarlo de lado porque al final somos humanos los que vamos a interactuar con los sistemas nuevos.
Elegir el sistema y el integrador de sistemas adecuado es crucial para el éxito de una modernización core. Los nuevos sistemas adoptados deben suplir una mayor cobertura para que la inversión realizada en las personalizaciones sea menor. Menos cambios resultan en mayor estabilización, y teniendo en cuenta que las inversiones en compra de una solución core no son menores, es necesario asegurar que se aproveche al máximo el valor que se pueda obtener de esta, y eso depende de qué tanta cobertura provee el sistema en la administración de productos.
Así, se limita el desarrollo fuera del perímetro de cada componente y, como resultado, obtenemos una arquitectura limpia y menos compleja para su administración y evolución.
La banca del futuro
Imaginemos un mundo donde todo está basado en inteligencia artificial y blockchain, donde las transacciones son inmediatas y la seguridad es impenetrable. Bancos que operan 24/7 sin necesidad de edificios físicos.
Pero más allá de la tecnología, se espera que el banco del futuro sea más inclusiva y accesible, permitiendo que personas de todas partes del mundo accedan a servicios financieros que antes estaban fuera de su alcance. Ya no sería necesario tener una cuenta en un banco tradicional para participar en la economía global.
Para mantener la agilidad adaptando esas innovaciones en el negocio, es fundamental que las tecnologías core puedan absorber estos cambios a una misma velocidad.
Por eso es importante que los cores permitan modelar los productos financieros sin intervención de desarrollos adicionales, aunque sea low code, porque una vez existan cambios en el código empieza el ciclo de vida típico de desarrollo de software, donde se tendría que diseñar, escribir el código y hacer aseguramiento de la calidad, lo cual no tiene un impacto positivo desde el punto de vista económico ni desde el time-to-market.
Por otro lado, debemos ser conscientes de que existen diferentes riesgos en el viaje de modernización. Pero también existen formas de mitigarlos. El riesgo principal es el incumplimiento del plan y presupuesto. Si no se puede llevar esa modernización en un corto tiempo, se convierte en un pasivo más para los bancos. Esto se puede mitigar siguiendo estos pasos:
1. Elección correcta del sistema: que restrinja la necesidad de desarrollos adicionales y que sea escalable.
2. Definición: plantear una estrategia y objetivos claros desde el primer momento, cuando se organiza el programa completo de modernización.
3. Apertura hacia cambios: es un nuevo sistema core que las personas deben adaptar. Esto tiene que ver con la cultura organizacional.
4. System Integrator: elección correcta del SI que es quien tiene la responsabilidad de exponer todas las bondades del sistema nuevo para que el aprovechamiento de su capacidad sea óptimo.
Por otro lado, estas estrategias de modernización se deben acoplar con la estrategia de migración hacia la nube; esto aumenta la promesa de valor en la optimización de costos a gran escala.
Existe un amplio espectro de generación de valor en todos y cada uno de los procesos de modernización del core. También existen múltiples caminos para la modernización de éste. Encontrar el camino ideal se trata de la elección correcta de tecnologías sumado a aceleradores para reducir el tiempo y contando con la experiencia adecuada de tu proveedor de modernización.